José Cisneros
Querido Pájaro Chilalo:
Con todo lo que escucho a diario en consulta, asumía que ya nada existía que me pudiese dejar pasmado respecto al grado de acojudamiento que un ser humano es capaz de alcanzar. Pero, como Micky y yo te comentábamos anoche cuando llamaste desde tu guarida en Miami mientras teníamos sentadas en nuestras faldas a sendas ricuritas con shorcitos anaranjados y politos blancos super-small, hay gente en la Promoción Chaminade '67 a las que los huevos aún no les descienden.
Repasemos una vez más uno por uno:
El Can: Bueno, sabemos quién es el amo que ronca (…como siempre roncó) en esa casa (…la que te jedi). Aunque hay que otorgarle el beneficio de la duda pues, cabe la posibilidad que la abanicada de tetas que a tí te costó s/ 50.00 para que se la hicieran en Las Suites de Barranco, haya dejado en él un trauma medio enrevesado entre placer y espanto, desembocante en una postrante desilusión cuando se enteró que las palmeadas de pechuga que le hicieron, en realidad, habían costado plata y, esta vez, no quería exponerse a la misma desilusión.
Sabemos que lo de su brother Calolo fue dedo.
El Locazzo: O es mátalas callando o la libido no es asunto de su incumbencia. Intriga a muchos el nivel de supuesta ecuanimidad que nuestro perturbado amigo ahora tiene, a un punto que ya es para envidiarlo. Yo me tiré 10 días en silencio sentado en el piso con los ojos cerrados para ver si alcanzaba la búdica ecuanimidad, mientras que a este trastornado, sin tanto despliegue, se le ve imperturbable (... ¿no habrá entrado en estados autistas?). Imagino allí radica el nulo interés que tuvo en gastar tiempo en un boliche como Hooters.
El Ciego: Desde el balcón de los Muppets, junto con el Abuelo y el Flaco, constituye nuestra trilogía gerontocrática que, en realidad, para huariques de chiquillas medio descubiertas ya no están. Para ir a dormir a un ruidoso sitio como Hooters, dice que prefiere quedarse reposadito en su casa, durmiendo a ronquido tendido y ahorrarse una mala noche que no le va a significar más soles al día siguiente.
El Abuelo: El que más me sorprendió su inasistencia pues, será todo lo viejo que quieran, pero el picarón sigue más fuerte que nunca, más aún si se trataba de verse rodeado de terneritas que aún emanan la fragancia de la carne fresca y joven, bálsamo rejuvenecedor de todos los barba azul de la guardia vieja. En realidad, viéndolo bien, no veo por qué tengamos que cuestionar su inasistencia, el viejo mejor que nadie sabe hasta qué límite de infarto puede exponerse.
El Flaco: En el fondo en el fondo, pienso que él es el único realmente excusable. Número uno, ya ni nos reconoce, es ya un inimputable en su nebulosa. Y después, pensar en llevarlo a un loco sitio de esos, sentarlo en una silla y presenciar cómo se queda mirando al vacío, creo que sería de muy mal gusto (...hasta cruel diría yo), algo así como sacar a pasear por Miraflores a las momias de la familia. Y pensar que el Flaco fue el más energético, decidido y audaz cuando se trataba de este tipo de establecimientos. ¡¡¡Vanidad de vanidades, así es la vida!!!!
(…Eclesiastés, Cap. 8, Versículo 114).
Gastón: Ni cagando que iba a gastar plata por pasársela viendo chiquillas ricas a las que no iba a poder ponerles un dedo encima, pues se exponía a que saltasen unos negrazos que lo sacasen del lugar y afuera le sacasen la mierda una vez más, tal como le sucedió en Trujillo tiempo atrás. Cojudo no es, así que él ahora prefiere pedirlas en delivery a su depa en Chorrillos.
Pocho: Bueno pues, si Pochito ahora sólo abre su correo a partir de las 3.00 am cuando ya sus chicos están profundamente dormidos, previniendo que pudiesen ver alguna garotiña o un punto de oro, que algún infaltable morboso de la promo pudiese mandar a toda la lista. Cómo mierda se nos ocurre que se va a exponer a dejarse ver en un sitio público donde las meseras se suben a tu mesa y bailan el hula-hula, ¡¡¡ni cagando pues!!!
Como verás mi querido Chilalo, con nuestros compañeritos ya no podemos contar a ojos cerrados. He tomado conciencia que de ahora en adelante las reuniones tendré que convocarlas a lugares muy específicos: El Restaurante Astrid & Gastón acompañados de sus esposas, el Café Voltaire en horas de la tarde, la Granja Villa acompañados de sus nietos, la Tiendecita Blanca no después de las 6.30 pm, pues, a partir de esas horas comienza a desfilar el ruquerío por alrededores; audazmente aún al Old English Toffee Bar del Country Club, y aún caleta, a los wantanes del chino del Regatas.
Lo que sí te garantizo es que cuando vengas a Lima a visitar a todas tus chocheras, Micky volará de su Tacna para, los tres, ir a joder por todo Lima, comenzando con unos previos en su depa en Camino Real, de allí a alborotar a todas las flacas del Hooters en Larcomar, para luego ir a coronar con las forajidas de Las Suites de Barranco, después de todo, por allí ya nos conocen y recuerdan.
Un abrazo,
El Negro
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